Pesaba unos 387 kg., era como “un dinosaurio” según dijo el pescador, mientras que el capitán de la nave mencionó que era un animal muy viejo y tenía percebes por todas partes.
Más tarde se le identificó como clarkii dactylobatus, especie sobre la que se sabe muy pues suelen vivir a 1.000 metros de profundidad.
Aunque, según George H. Burgess del Museum of Natural History en Florida, parecía más Dasyatis centroura, una raya que normalmente crece sólo unos 300 kg. y posee una cola venenosa.
Eso sí, para poder sacar al monstruo marino, Grind pasó cuatro horas luchando hasta lograr su captura, luego le tomó una foto y lo soltó de nuevo al océano.
Imagina encontrarte de frente con un ejemplar así, ¿qué opinas?
Fuente: Huffingpost
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